La necesidad de un
debate cifrado ha aumentado rápidamente en el último mes. A
raíz de los recientes ataques de París, se hicieron numerosos argumentos,
llamando a las revelaciones de Snowden y comunicaciones cifradas responsables
de esta tragedia patrocinado por ISIS. Sin
embargo, más tarde es que se reveló que los atacantes estaban haciendo el uso
del servicio de SMS sin encriptar para la planificación de los ataques y que
incluso utilizan sus nombres reales.
Si bien parece que el cifrado no es el enemigo más grande que hay, el gobierno francés está considerando una nueva ley que bloquearía la famosa red de anonimato Tor y las redes Wi-Fi Gratis.
Si bien parece que el cifrado no es el enemigo más grande que hay, el gobierno francés está considerando una nueva ley que bloquearía la famosa red de anonimato Tor y las redes Wi-Fi Gratis.
El diario francés Le Monde, citando un documento interno del Ministerio del Interior por el Departamento de Libertades Públicas y Asuntos Jurídicos de Francia, escribe sobre los dos proyectos de ley posibles con respecto a la cuestión del terrorismo y de emergencia.
El bloqueo de las Wi-Fi se está proponiendo como las tensiones de la policía francesa, en la realidad, es muy difícil de rastrear personas que utilizan una red Wi-Fi pública durante una emergencia estatal.
Por otro lado, la segunda propuesta incluye métodos de lucha contra el terrorismo, como la prohibición de Tor y hacerlos entregar las llaves de cifrado a la policía.
El diario francés también informa de que el Gobierno ha puesto en duda la posible violación de la Constitución francesa y estas dos legislaciones podrían aparecer tan pronto como el próximo año. En el pasado, países como Irán y China ha tenido un gran éxito en la prohibición de la red Tor. Si se aprueban estas leyes propuestas, Francia podría convertirse en el primer país europeo en hacer lo mismo.
El debate cifrado reciente es un buen ejemplo de juicios engañosos por nuestros gobiernos en relación con las cuestiones de seguridad cibernética. Si bien los gobiernos han apoyado estas restricciones y otra vez, las empresas de tecnología han mantenido su postura de dejar las tecnologías de cifrado sin tocar.